Lo corroboran los diferentes hallazgos arqueológicos como son un conjunto de pepitas de uva, estructuras para elaborar vino y elementos de vajilla que las contenían. El cultivo de la vid y el consumo de vino se remontan a la época ibérica – desde el siglo VII antes de Cristo – ya que los íberos se asentaron, entre otros poblados de esta comarca, en el de Los Villares – conocido en la antigüedad como Kevin –, localizado en Caudete de las Fuentes, uno de los municipios de la zona media de la DO Utiel-Requena.
Entre los íberos el vino ya era una bebida habitual, los utensilios de esta época recogen diferentes recipientes para beber y servir el vino como botellas, jarros, copas y vasos. Así como del mismo modo aparecen en ellas dibujos alusivos a la vid. Las ánforas locales de Los Villares muestran unas marcas peculiares que hacen suponer la existencia de un vino de Kelin y de su territorio. Estas marcas, probablemente, identificaran –cara al exterior – el origen, contenido, propiedad, precio, etc. del vino.